Amar es pensarte en la distancia,
aunque mis manos no puedan sentir,
ni regalarte una húmeda caricia.
Amar es el dolor quemado, al no verte.
De maltratar la almohada por tantos sueños,
que me despiertan con sólo imaginarte aquí.
Escucha el eco de mi pecho por tanto vacío,
vierte la espuma de los años sobre copas;
embriaguémonos con nada sobre la nada,
bailando al ritmo de un latir, tir, sin fondo,
mientras nos bronceamos con el brillo…
… de una lámpara apagada.
*Painting, «Deep», Mario Sanchez Nevado, 2013.
Deja una respuesta