Cuando encendí el televisor

Me encontraba en la habitación del fondo, el silencio le aullaba a la oscuridad y con crueldad susurraba a mis oídos «Te encuentras solo». No me molesté en negar su compañía debido a que el silencio y yo nos conocíamos desde que la electricidad dejó a las calles tristes por un fallo del sistema. Me acurrucaba en sus brazos y dormía con la esperanza de despertar y olvidar las voces de vaivén urbano. Tuc, tuc, tuc. El reloj apresuró sus horas y de pronto dejé de sentirme solo, me di cuenta que el silencio se había marchado sin dejar nota de regreso, la luz había vuelto y yo encendí el televisor.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

A %d blogueros les gusta esto: