Esta carta es para tí (Sólo si la encuentras).
Faltan 11 horas para dejar atrás el año «Terrible», al que con ansias le he preparado un baúl para nunca más abrirlo. Prefiero olvidar estos meses e ir al mar, así abandonarlos en la violenta espuma y dejar a la naturaleza hacer el resto.
Dejaré morir la falta de respeto a mi privacidad e intimidad, ese momento en el que el mundo se convirtió en mi principal espectador. Al día en el que la educación me fue negada a falta de espacios en aulas estudiantiles (sin importarles mi voluntad y aportación para la mejora de la sociedad). A la sumisión mía y a la crítica del hombre que cree conocerme, siendo que sólo refleja su inseguridad y necesidad de poseer, esos recuerdos quedan en el corazón, y sus palabras aún taladran mi dignidad. Soy valiosa y no necesito el reconocimiento de otros para saberlo ni al amor dosificado. Dejaré morir al miedo de cambiar mi estilo de vida, la indecisión, a las personas que no comprenden el sueño que tengo y trabajo para hacerlo realidad. A la indiferencia de los estafadores, aquellos que ofrecen ayuda quitando la escalera.
Esta es una carta que va directo al buzón de quejas y que dejaré a la deriva sin remedio. Tan sólo rescato a la ignorancia que ahora reconozco, para pulirla y educarla, así con su ayuda entender por qué el mundo sigue siendo tan ajeno a mí.
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