Hay un extraño que toca la puerta,
acaricia el timbre y rasga la madera.
Hay un niño que grita mi nombre.
Hay un joven que grita mi nombre.
Un anciano que no sabe mi nombre.
Entre ellos hay un sueño que tengo
y me ayuda a no escuchar el llamado
Es tarde.
Es temprano.
Es lluvia.
Es un día en el que no abro la puerta.
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