Estoy, pero no estoy. Mis letras flotan, se condensan y tocan tierra firme,
como piratas en el mar. Mientras que el capitán poco a poco se va apagando
y se clava en el mar quieto, que anteriormente era un jovenzuelo rebelde.
Sensación de dormir esta noche acompañada; despierto, y resulta que la casa está sola; mis pensamientos también.
Soy el perro viejo que sacan a pasear, porque miran con lástima, cuando se lastima.
Duermo en la cuna de la ficción, porque la tristeza es sólo una historia contada por los débiles.
Hoy duermo, duermo, duermo, para no ser parte de la historia, y no llorarte en mis tiempos de conciencia plena, ni decirte que te extraño.
Aunque te extrañe, virtualmente no siento que te extrañe.
Mis sentidos se van apagando, y tontamente, espero entresueños, chocar tus labios con los míos.
Por más que te extrañe, aunque en la mayor parte de tu día no pienses en ello.
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