Amar es habitar lo que no ocurre

«Si puedes esperar y no cansarte de la espera» – Rudyard Kipling

Quise darle cuerpo al silencio:
una espalda,
un par de brazos
y enraizarme.

No era amor.
Otra cosa.
Tal vez un árbol sin hojas,
una rama que no espera frutos
y sobrevive al invierno.

Tu silencio se parece
a los ojos de un ave sin canto,
espacio exacto
donde nunca nació el mundo.

No pedía abrigo,
sólo un rincón donde nombrarte
en una lengua que ya no se habla.

Así los días:
nido tejido de minutos,
orquídeas de plástico sobre la mesa vacía,
una rendija de luz cruzando el suelo,
el aire detenido,
con la forma exacta
de lo que nunca dijiste.

Cargar tu ausencia,
diminuto cuerpo azul,
es también
una forma de sostenerme.


*Painting: Cape cod morning, Edward Hopper, 1950

2 respuestas a “Amar es habitar lo que no ocurre”

  1. Lo vi en Instagram. Con un lenguaje contenido y preciso, el texto construye un lugar habitable en lo que nunca fue. No hay dramatismo: hay contemplación. El verso final, íntimo y lúcido, convierte la carga de la ausencia en una forma de sostenerse.

    Gracias por esta pieza.

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  2. El poema es una elegía íntima, una contemplación poética del silencio, la pérdida y la forma en que las ausencias pueden marcar y sostener nuestra existencia. La voz poética no idealiza el amor ni el dolor, sino que los observa con honestidad, reconociendo que hasta el vacío puede ser una compañía persistente.

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